No hay nada mejor que un baño caliente desnudos para avivar la llama de un matrimonio que está destrozado. Ambos han cometido infidelidades a porrillo y la confianza entre ambos se ha visto minada considerablemente. Ya no son las mismas personas que se conocieron, han cambiado y mucho. Se han corrompido por el sexo y sus excesos. Follaban con todos los desconocidos a espaldas del otro, eran infieles por placer, algo que lo pagaron muy caro. Ahora se miran a los ojos y no sienten nada. Como última medida desesperada han decidido tomar un baño caliente desnudos para ver si aún hay fuego en su relación. Sorprendentemente, en cuánto empiezan a acariciarse el hombre consigue empalmarse y el coño de la mujer empieza a lubricar sin más. Una tentación de comerle la polla invade a la mujer que resulta ser irrefrenable. Con el agua caliente y las ganas de sexo aquello se convirtió en una sauna donde sus pasiones volvieron a resurgir como desde el primer día que se conocieron. La mujer le comía la polla con ímpetu, el hombre se dejaba comer y sentía tanto placer como el día que perdió la virginidad. Parece que aún guardan mucho amor después de tanto tiempo.