Este tío tiene mucha suerte porque tiene unas amigas muy cachondas. Van a su casa y se quedan a dormir con él y no paran de jugar con su polla. Por la mañana, el tío se va a la ducha y una de sus zorritas se despierta y se mete en la ducha con él. Los dos están llenos de espuma y no paran de comerse la boca, poniéndose muy cachondos. La preciosa rubia se pone de rodillas delante de él y se la come entera, pajeándola con la mano. Entonces viene la otra chica y le da envidia, así que también entra en la ducha con ellos. Empieza a comerle la boca al tío, poniéndole cachondísimo mientras la otra sigue chupándosela. Empieza a follarla, metiéndole toda la polla de golpe mientras la otra rubia lame sus huevos, dándole mucho placer a su hombre. Se las folla a las dos y no paran de gemir como perras, suplicando que no deje de darles duro. Entre los tres se lo pasan muy bien y no paran de follar en todo el día hasta que se cansan. El tío acaba poniéndolas de rodillas y le sacan toda la leche y se la tragan las dos.