Una morena tatuada está presionando a su novio para tener una noche especial en la habitación de un hotel. Él no quiere pagarla porque dice que cuesta demasiado, cuando en realidad es que se gasta el dinero en putas a espaldas de ella. Al final es ella la que desembolsa el esfuerzo económico para alquilar la habitación. Prepara una noche romántica con una cela con velas, vino caro y por supuesto una noche de sexo loca. El novio pasa de todo excepto del sexo, cosa que le encanta de ahí su vicio de irse de putas. Como su novia sabe que le encanta hacer el amor le regala una sorpresa que nunca olvidará, le dice que quiere que le haga y el por supuesto dice “por el culo”. Así que se mete en el cuarto de baño para hacerse una lavativa y limpiarse bien el culo porque su novio se lo va a romper. Ella se pone a cuatro patas sobre el cabestrante de la cama y él la empieza a follar analmente hasta la extenuación, imaginándose que es una prostituta que ha vendido se ojete. Vaya empotradas que recibe la novia, casi la parte en dos a la muy puta.