Esta preciosa rusa rubia ha acudido a un profesional para que le haga un masaje y así poder relajarse un poco, pero lo que ella no sabe es que el tío suele aprovecharse de sus clientes y follárselas. Se desnuda, se tumba en la camilla y comienza el masaje. Después de relajarla un rato, de repente, el tío empieza a acariciarle el coño y a ella le encanta. Ni siquiera se queja, ella solo se pone muy cachonda y se deja llevar. El tío al ver que no se niega empieza a besar su cuello y a comerle la boca. La rubia le saca la polla del pantalón y se la mete toda en la boca, comiéndola con ganas. El tío se pone tan cachondo por lo guarra que es esta rusa que la pone a cuatro patas y lame su coñito y después la revienta con su polla duro, metiéndosela toda de golpe en su pequeño coñito húmedo, dándole mucho placer. La rubia no para de gemir como una perrita viciosa y él la folla cada vez más y más rápido. El tío acaba corriéndose por todo su coño, dejándola muy satisfecha.