Esta preciosa negra no sabe lo que le espera. Le han comprado una máquina de sexo que le va a reventar todo el coño. Al principio, cuando se entera del regalo que le han hecho, se ríe y no se lo puede creer, cree que es una tontería. Pero al verlo, decide probarlo y así salir de dudas. Se quita la ropa y se tumba delante de la máquina con las piernas abiertas. La máquina tiene un consolador en la punta y se mueve como si fuera una polla follando. La negra se introduce el consolador en el coñito húmedo y la máquina empieza a funcionar. No puede creerse lo que está sintiendo con esta máquina, es como una polla de verdad y le encanta. Además, puede aumentar la velocidad y que la folle mucho más rápido que una polla de verdad. Coge un vibrador que tiene, que es una especie de cepillo y se lo pone en el clitoris para que su coñito se moje mucho y empieza a gemir. Se pone muy cachonda con la máquina de sexo y se retuerce de placer. Se mete la mano en el coñito y se frota el clitoris, masturbándolo, pero luego pone otra vez el vibrador y sigue disfrutando de los inventos sexuales. Aumenta el ritmo de la máquina y no para de gemir. Luego se cambia de postura, poniéndose de lado y le gusta mucho más. Se toca las tetas mientras la está follando una máquina y acaba corriéndose. Al acabar le preguntan que qué le parece la máquina y afirma que quiere repetir.