Esta madurita se acaba de divorciar y está deseando recuperar el tiempo perdido. Su marido ni siquiera quería follar con ella porque siempre estaba ocupado y además tenía una amante, así que ahora que está soltera piensa pasárselo muy bien. Se pone de pie para enseñarnos un poco su cuerpo. Se baja la camiseta y se saca las tetas, que no están nada mal para la edad que tiene y además son naturales. Se quita la ropa y se pone de rodillas delante del tío. Agarra su polla y la lame toda, notando cómo se va poniendo cada vez más dura. Baja hasta los huevos, succionándolos fuerte mientras pajea la polla y luego vuelve a metérsela toda en la boca y la disfruta mucho. Se abre de piernas en la cama y se frota el coño, haciendo que se moje poco a poco y se prepare para recibir la polla. Cuando está bien húmedo el tío le mete la polla y empieza a follarla mientras frota su clítoris. La madura no para de gemir y suplica que la folle más rápido. Se pone encima de él y le cabalga, moviéndose rápido encima de su polla mientras gime. El tío la azota fuerte, dejando su culito muy rojo. De repente, le mete la polla en el culo y se lo abre mucho, follándola duro como a ella le gusta. La pone a cuatro patas y termina de follarla, echándole toda la leche en la cara.