Mujer dominatrix y hombre sumiso montando un numerito en su puesto de trabajo. En una oficina cualquiera de un pequeño pueblo una jefa pervertida y con deseos sexuales depravados se aprovecha de su situación de jefa para violar y follarse a sus empleados. Es una dominatrix que humilla con palizas y vejaciones a los hombres. Coge al administrativo de la empresa y lo pone a 4 patas con una bola de plástico en la boca. Lo llama “mi putita” y le pega cachetazos en el culo con una vara de madera. Le da tan fuerte que hasta le hace saltar las lágrimas. Encima se baja las bragas y le obliga a oler su vagina sin limpiar desde hace meses, con compresa llena de sangre y la mugre por todas partes. El hombre vomita y ella se excita, le produce placer causar dolor en los demás, por eso para ella una mujer dominatrix y un hombre sumiso es la perfecta combinación sexual. A todo esto que el espectáculo se hace a plena luz del día y con toda la oficina mirando la escenita de estos dos. No dicen nada por miedo a ser despedidos o peor aun a tener que ocupar el puesto del hombre sumiso.