El padre de esta jovencita ha contratado a un entrenador profesional para que le entrene y le ponga en forma. A la jovencita le encanta el entrenador, le da muchísimo morbo y está frustrada porque no puede hacer nada mientras su padre está. Un día el entrenador se queda a solas y ella aprovecha para hablar con él. Se le acerca, zorrea con él y se va a su habitación. La jovencita se le acerca y empieza a comerle la boca mientras él acaricia todo su cuerpo. Le saca la polla y le encanta lo grande que es, la pone muy cachonda. Empieza a comérsela, metiéndosela toda hasta la garganta y empapándola con su saliva. Se la restriega toda por la carita y nota lo dura que está gracias a ella. Se sube encima del tío y empieza a cabalgarle, saltando rápido encima de su polla grande y dura. No para de gemir y cada vez salta más rápido, moviendo su precioso culito. La pone a cuatro patas y se la mete toda de golpe, haciendo que la joven dé un grito de placer. Le suplica que la folle más rápido y grita cada vez más y más hasta que el tío se corre en su boca.