Después dicen que la alta clase social es recatada y no folla. Pues menuda pedazo de puta está hecha esta burguesa adinerada que se ha hecho unos retoquitos plásticos en todo su cuerpo, es tan provocadora que hasta duerme con las joyas puestas para estar más buena. Durmiendo con su marido a este le han entrado unos calores insufribles de tener ganas de folla. Posiblemente porque habrá soñado con alguna secretaria que se folla, es normal en este tipo de gente. EL caso es que ha tenido que despertar a su mujer para bajarle ese calentor y esa erección de su pene. Su mujer que estaba cubierta por una sábana se destapa y deja entrever un cuerpazo de la hostia. Vaya par de tetazas que se gasta, esta buenísima y todo su cuerpo es igual de armonioso e impresionante. Destaca sobre todo el tatuaje con forma de cruz que tiene encima de su coño, en el pubis. El marido como no se lo lame bien de arriba abajo, con la cabeza debajo de su culo y ella de cuclillas. No hace otra cosa que darle por el culo porque no quiere dejarla embarazada.