La morena quiere una polla de chocolate en su es de vacaciones. Ya está harta de trabajar a lo largo de todo el año y ahora quiere divertirse en punta cana. Ella y sus amigas han ido de viaje sexual para ver a que morenitos se pueden follar. Son chicas atractivas, jóvenes y macizas, así que no tendrán muchas dificultades para encontrar a un espécimen de hombre que se las quiere follar. Conocen a Marcos, un negro enorme que parece un armario empotrado de gimnasio. Sus músculos las ponen cachondas perdidas y como es obvio en una mujer en celo quieren acostarse con él. No es difícil convencer a un hombre para mantener relaciones sexuales con él. Unas palabras al oído y a la habitación, no hay más secreto. Una vez allí ella se dispone a comprobar que es lo que tiene debajo del pantalón y descubre una polla gigante que le mide dos palmos, ella lejos de sorprenderse la coge con las dos manos y chupa el trozo de polla que le sobresale. Está impresionada y corriéndose de placer a saber que está tocando una polla de ensueño, al final ha conseguido lo que quería, la morena quiere una polla de chocolate y la tiene.