La guarra del taxi es la típica muchacha que se sube al taxi sin tener ni un duro y decide pagar con sexo. Es algo muy común en el mundo de la noche donde la mayoría de señoritas que salen de discotecas tienen ganas de comer rabos y no han conseguido ligar. Así matan a dos pájaros de un tiro, por una parte consiguen una carrera gratis y por otra hacen sexo oral. A esta guarra le ha tocado un taxista con una polla gorda, que aunque la chupe no hace que se corra. Esto es preocupante ya que la mayoría de taxistas se quedan satisfechos con una buena mamada, de hecho se corren en la boca en menos de un minuto, pero este lleva ya 10 minutos y su polla sigue tan duro como al principio. La chica se teme lo peor, y así sucede, la levante y le da la vuelta llevándole el vestido para metérserla por detrás en su suave y tierna vagina. La chica le dice que no, pero ya es tarde, le ha metido 20 cm de polla en sus entrañas. Ella se estremece porque le da mucho placer, no se lo esperaba.