Esta se ha acostado para echarse la siesta, después de estar todo el día limpiando y haciendo labores de hogar. Está cansada y ha decidido echarse una buena siesta. Le gusta ponerse ropa interior sexy, porque así se siente más guapa. Al acostarse, no se podía dormir y empezó a acariciar su cuerpo, tocando toda esa ropa interior y se ha puesto muy cachonda. Así que ha decidido masturbarse un poco, antes de que venga su marido. A su marido no le gusta que se masturbe, por eso ella lo hace a escondidas. Se aparta el tanga y se mete la mano en el coño, frotando su clitoris y haciendo que se moje todo. Cuando está un poco mojado, se mete los dedos dentro, mojándolo más aún y empieza a gemir como una perra. Tiene unas tetas enormes, que se salen del sujetador y se mueven cuando se frota el coñito mojado. Se saca su dildo vibrador y se lo mete dentro del coño. Le encanta tener ese dildo, por el morbo de que la pille su marido y porque le da más placer que su marido. No para de metérselo en el coño y gemir, frotando su clitoris. Es un dildo especial, con dos cabezales: uno de ellos lo mete dentro del coño y el otro vibra en su clitoris haciendo que llegue más rápido a correrse. No para de metérselo en el coño hasta que se corre con un increíble orgasmo, apretando sus piernas y restregando sus enormes tetas.