Esta preciosa rubia va al ginecólogo porque se le ha metido un consolador dentro del coño y no puede sacarlo. El doctor le echa mucho lubricante por todo el coñito y al final consigue sacarlo. Mientras tiene la mano dentro, la preciosa rubia no para de gemir, poniéndose muy cachonda. Cuando se lo saca, la chica le suplica que no le cuente nada a su madre y el doctor le propone una cosa. La rubia se pone de rodillas delante de él, le saca la polla del pantalón y se la mete toda en la boca, chupando con ganas. Se la mete hasta la garganta y se atraganta con ella, pero aún así no para de comérsela. El tío la pone en la camilla y el ginecólogo le mete toda la polla dentro de su precioso culito y la revienta. La folla muy duro, metiéndole la polla de golpe mientras ella se frota el clítoris y grita de placer. La rubia se pone encima de él y empieza a cabalgarle, saltando rápido encima de su polla mientras sigue frotando su clítoris hasta hacer un tremendo squirt. El tío acaba poniéndola de rodillas y dándole toda su leche.