Dos putitas rubias se cuentan sus experiencias sexuales a lo largo de sus vidas. Entre las dos se ponen cachondas perdidas contando sus aventuras sexuales de sus juventudes y actualidad. Llegan a darse cuenta de que su práctica favorita es hacer mamadas y que los hombres se les corran en sus caras. Adoran esa sensación de esperma en sus rostros, ese calentor de la lefa resbalando por su cuerpo. Ahora que se han puesto perracas no saben como apaciguar el furor vaginal que tienen y no se les ocurre mejor idea que celebrar una orgía con muchos hombres y que uno por uno se les corran en la cara, saboreando su semen caliente. Dicho y hecho se ponen manos a la obra para concertar este deseado encuentro sexual. Un bukkake de pollas donde hombres de todas clases se dan cita en su casa, van pasando como si fuera la cola del pan y se van corriendo a lo bestia en sus caras de guarras. Incluso ponen sus caras juntas para saborear entre ellas el semen, no dejan ni una gota derramada y limpian los sables tragándose todo su semen varonil.