A esta jovencita rubia le encantan las pollas. Está muy morena porque acaba de venir de la playa, pero como estuvo con sus padres no pudo comerse ningún rabo y quiere recuperar el tiempo perdido. Empieza a desnudarse lentamente, mostrándole al tío su precioso cuerpo. Se agarra sus pequeñas tetas y se pellizca sus pezones, poniéndolos muy duros. Le saca la polla del pantalón y empieza a pajearla. Coge un bote de lubricante y se lo echa por las manos para que deslicen bien por la polla y así hacer una buena paja. La agarra con las dos manos y no para de menearla, bajando y subiendo sus manos. Se abre de piernas delante de él y de vez en cuando se frota el coñito mientras sigue meneando su polla. Se pone de rodillas y la pajea mucho más rápido, poniendo carita de zorra hasta que sale la leche disparada y empapa toda su cara.