Esta chica se ha despertado con muchas ganas de hacer cosas y decide retomar sus clases de yoga. Se pone en la esterilla y empieza a hacer estiramientos para luego no hacerse daño y no tener agujetas. Su vecino viene para preguntarle una cosa y se la encuentra con esa ropa deportiva tan ajustada y tan sexy que no puede evitar ponerse cachondo. Había bastante tensión sexual entre ellos dos y ya han pasado cosas, así que él se acerca a ella y le ayuda con sus ejercicios y así aprovecha para tocar su cuerpo. La chica se da cuenta de que su vecino tiene la polla dura y se pone muy cachonda. Se la saca del pantalón y la acaricia con sus manos, haciendo que se ponga cada vez más y más dura. El tío le quita toda la ropa y lame su pequeño coñito, mojándolo bien con su lengua para que deslice bien. La chica se sube encima de él y empieza a cabalgarle, moviéndose encima de su polla, dejándole ver cómo entra toda su polla en su precioso coñito húmedo. La pone a cuatro patas, agarra su tremendo culito y lo empuja contra su polla, haciendo que entre entera dentro de ella y le dé mucho placer. La chica se pone de rodillas junto a él y lame su polla hasta que toda la leche le pringa sus pequeñas tetas.