Este tío contrata a una prostituta asiática. Llega a su piso y se pone junto a él en el sofá. Parece una chica muy tímida pero resulta ser una guarra. Tiene unos grandes ojazos y va muy sexy. Se levanta para sacar una cosa de su maletín y al agacharse se ve todo su culito a través de la falda, que el tío no se resiste a levantar. Más tarde, la asiática se quita un poco de ropa, se pone delante del tío y restriega sus pies por su polla, que poco a poco se va poniendo dura. Cuando ve que está dura, se la saca de los calzoncillos y la restriega por su carita de guarra. La lame entera, pasando la lengua por el tronco de la polla y llegando al capullo, que le presta especial atención con su lengua de guarra. Pone carita de viciosa y gime cuando se come la polla. Se la mete toda en la boca y empieza a chupar, como si fuera un caramelo, mojándola con su saliva y pajeándola con la mano. El tío le masturba el coño y le hace un agujero en las medias, por donde le va a meter la polla. Ella se pone encima de él y empieza a cabalgarle, saltando rápido encima de su polla y sin parar de gemir como una puta. Luego la pone boca arriba y la folla fuerte con su dura polla, metiéndosela hasta el fondo. La pone a cuatro patas, agarra su culo y le da bien por el coño a la puta asiática. Cuando termina de follarla, se acerca a su boca abierta y le echa toda la leche en la lengua y la asiática se la come toda, gimiendo cachonda.