Solo hizo falta un poco de roce entre estos dos para que se fuesen a un campo a pasar un buen rato. Sin quitarse la ropa, solo abriendo la bragueta del pantalón, la chica le hizo una buena mamada a su amigo. Acostada en el césped, la chica abierta de patas, pedía con cara de deseo que le metiese la polla y la reventase ahí mismo…